Miles de dorenses se conglomeraron desde las primeras horas de hoy en el Cementerio Municipal Espíritu Santo, donde recordaron con flores, velas, rezos y alabanzas a sus fieles difuntos. A media mañana, se celebró una misa en recordación de todos aquellos que ya están juntos al Señor.
Puestos de flores y velas; y los productos regionales se colocaron en las distintas esquinas de la calle maipú y al alrededor del camposanto. En el interior del panteón algunas familias limpiaron las tumbas de sus seres queridos, para posteriormente colocar arreglos florales, corona, y algunos santos.
Desde la municipalidad, se proveyó agua fresca a los visitantes y colocaron canasto de residuos para mantener la limpieza del lugar.
En la Argentina, el Día de los Fieles Difuntos se vive como una jornada de profundo recogimiento. El objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio. Es una celebración profundamente religiosa y se basa en la doctrina de que las almas de los fieles que, al tiempo de morir, no han sido limpiadas de pecados veniales, o que no han hecho expiación por transgresiones del pasado, no pueden alcanzar la Visión Beatífica. El Día de los Fieles Difuntos pretende pues, que los vivos pidan por la salvación de aquellos que aún no han alcanzado el perdón divino y que, por tanto, aún no han entrado al cielo. Generalmente se visita los cementerios y se deposita flores en la tumba de los seres queridos. Aunque muchas culturas alrededor del mundo tienen celebraciones que coinciden con el Día de los Fieles Difuntos, en un sentido general se puede afirmar que la celebración católica tal como la conocemos tiene su origen en la historia del Diluvio Universal.
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