Como ya lo vienen haciendo en los distintos lugares donde hace su parada, Psicólogos del Tren Sanitario Dr. Ramón Carillo, el pasado jueves en horas de la tarde realizaron en la plazoleta San Martín una tarea comunitaria con el objetivo de crear una red propicia para el trabajo comunitario.
Ante esto, el especialista Maximiliano Jiménez, comentó que se invitó de especial manera a los damnificados por las inundaciones, aunque todos sufrieron esta catástrofe que afectó al conjunto de la comunidad.
Con esta tarea, se trata de crear un vínculo entre los vecinos que permita trascender el nivel del individualismo para alcanzar soluciones colectivas a los problemas colectivos.
Bronca, frustración, angustias por la situación que se vive; duelo por la pérdida de los recursos materiales, de las casas, de los proyectos del futuro y vergüenza al expresar sus sentimientos ante los presentes, fue lo que se vivió por parte de los inundados.
En los primeros días se hicieron tareas de diagnóstico recorriendo los centros de evacuados, los barrios afectados, y conversando con la gente. A partir de esto, se hace una propuesta de trabajo que se llevan a distintos niveles empezando con los niños en los jardines de infantes, luego con los niños en las escuelas y de esta forma con los adultos; no solo con la posibilidad de poder unir, sino también de contener a los sentimientos que implica la interrupción de la vida cotidiana, la cancelación de los proyectos y la falta de respuestas muchas veces de las autoridades.
En otra parte, el especialista expresó: con las pocas posibilidades con las que contamos junto a mi colega García, tratamos en el poco tiempo que permanecemos sembrar y plantar una semilla, a fin de concretar una unidad barrial o vecinal con la esperanza que esa semilla florezca en algún tipo de organización o asociación que permita a los mismos solucionar los problemas sin esperar la respuesta del gobierno. Esto no implica el renunciar a seguir peticionando ya que es un derecho de cualquier ciudadano; pero no quedándose con la de esperar – porque a veces el gobierno no puede, no encuentra recursos económicos para concretar o a veces no sabe o no quiere hacerlo.
Se espera que para el año que viene cuando volvamos, se pueda encontrar una vecindad que haya podido visualizar problemas en común que permitan trascender la posibilidad de la siembra, del estudio, la contención mutua que son cosas que van más allá de una inundación.
Admitió que el agua en general, es uno de los problemas de Colonia Dora, el más urgente, el más acuciante pero no es el único. La falta de trabajo, la falta de respuesta por parte del gobierno municipal y provincial, recursos de salud, recursos de desarrollo social; se pudo observar durante nuestro recorrido. Se vio que muchos vecinos están desprovistos desde mucho antes de la inundación de recursos elementales para la vida. Mas allá de la inundación, Colonia Dora tiene muchos problemas que debe afrontar, y es por eso, que una de las soluciones es la organización de los vecinos; como dice el refrán A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO
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